En el año 1100 tuvo lugar la consagración de la parroquia de San Cipriano. Hay documentación del s. XI en la que ya se cita este nombre, y parece que muchos años antes de la invasión sarracena ya habría una pequeña "celda" donde los cristianos celebraban su fe.
Disponemos del Acta de Consagración -23 de Noviembre de 1100- que marca el término parroquial y fija los “treinta passos” para el cementerio, que estaba al lado de la iglesia, hoy, Ermita de la Madre de Dios de la Alegria, devoción que proviene de las Hermanas de Ntra. Señora de 
Montealegre, que en el año 1250 hizo su monasterio en el lugar que hoy llamamos La Conreria.
Dentro de la demarcación parroquial en el s. XV se construyó la Cartuja de Ntra. Señora de Montealegre. La vida monástica irradia la devoción a la Madre de Dios de la Alegria que tiene su altar en la parroquia.
El pueblo va creciendo y la iglesia quedaba lejos y el 22 de Junio de 1886 es bendecida la nueva iglesia parroquial por el obispo Jaume Català, obispo de Barcelona.
Hay que
destacar de la parroquia tres obras de gran valor:
1) el Retablo de la Madre de Dios del Rosario (1655), procedente de la antigua parroquia;
2) la casulla de san Cipriano (1617), bordada con hilo de oro, donde está la imagen del Santo; y
3) el “Liber Unicus”, libro de coro, hecho a mano que data de 1737, autor: Mn. Marquet.
